Alergia a los frutos secos y lácteos 00006...India
Un hombre de 32 años desarrollaría protuberancias enrojecidas que le picaban en la cara entre 1 y 2 horas después de consumir incluso una pequeña cantidad de cacahuetes, anacardos, almendras o productos lácteos, que notó por primera vez en Octubre de 2012, mientras vivía en los EE. UU. Con la crema con esteroides, la piel tardaría de 7 a 10 días en volver a la normalidad. Sufrió con frecuencia este tipo de episodios durante un año, sin saber que se debía a una alergia alimentaria. Poco después de su regreso a la India, en noviembre de 2013, un especialista en piel le recomendó controlar su ingesta de alimentos. Por ensayo y error, descubrió que la causa era una alergia a los alimentos mencionados anteriormente, que le resultaba difícil evitar por completo, ya que formaban parte de su dieta habitual. Durante cuatro años usó cremas con esteroides que solo le proporcionaron un alivio temporal. También tomó tratamiento homeopático durante un año y ayurvédico durante seis meses sin ninguna mejoría. En enero de 2016 escuchó hablar de la vibriónica y, fascinado por ella, se inscribió en el curso. Durante el entrenamiento, se acercó al practicante y buscó tratamiento para su alergia. El 24 de febrero de 2016 se le administró el siguiente remedio preparado con una muestra de nueces y leche que él mismo proporcionó:
Cacahuete, anacardo, almendras y leche potenciados a 200C… TDS
Se le dijo que evitara por completo estos alimentos y que bebiera mucha agua para eliminar las toxinas. En dos días apareció un leve sarpullido en su rostro a pesar de que no había consumido ninguno de estos alimentos. Como se trataba de un caso de retirada leve, el paciente pudo continuar con la misma dosis. En los siguientes cinco días, sus síntomas desaparecieron por completo. Después de dos meses, el practicante le aconsejó que probara una pequeña cantidad de estos alimentos, uno a la vez, verificando cualquier reacción alérgica. Para su total asombro, ninguno de los alimentos le provocó sarpullido, lo que le animó a empezar a comerlos con regularidad. El remedio se redujo gradualmente a cero a finales de agosto de 2016. Ahora han pasado más de cinco años desde que se detuvo el remedio sin recaída de ningún síntoma.