Un Desorden Mental Emocional 00002...India
Una joven mujer vino con su familia a ver a la sanadora con la esperanza de que la pudiera tratar de un desorden que comenzó cuando tenía 11 años de edad cuando la dejaron por corto tiempo cuidando a su hermano menor. Durante el tiempo en que sus padres estuvieron ausentes, el hermano menor tuvo un ataque. Este fue el primero de muchos episodios similares que más tarde se diagnosticaron como epilepsia. Pero para la hermana, esta primera vez fue tan traumática que antes de que llegara cualquier ayuda se volvió histérica, incapaz de comprender lo que estaba pasando. Posteriormente, creyendo que había sido su culpa, llegó a estar obsesivamente preocupada por esta experiencia.
Toda su personalidad empezó a cambiar. Estaba alternativamente, o muy miedosa o agresiva y perturbada. Los doctores la habían tratado con diferentes drogas sin lograr cura permanente. Mientras tomaba las drogas se sentía tan relajada y tranquila que su madre pensaba que parecía solo medio viva. Decidieron finalmente suspender todo el tratamiento y dedicarse a mantenerla alegre y segura en el hogar. Con los años creció más beligerante y poco colaboradora.
Los doctores nunca dieron un diagnóstico de qué exactamente estaba mal con la joven. No se sabía si el desorden era un trauma emocional o un shock físico al sistema nervioso cuando tenía 11 años de edad. Cuando la sanadora la vio, parecía tener unos 17 años con una aspecto de cara pálida y ausente, cuando en realidad tenía 23 años. No le habló a la sanadora ni la miró. La sanadora le preguntó si amaba a Sai Baba y ella movió la cabeza asintiendo. La sanadora le dijo a la joven que ella le daría una medicina de Baba que podía tomar diariamente como estaba prescrita. La haría sentirse bien y le daría nueva energía a través de su amor por Él. Le dio lo siguiente:
CC15.2 + CC18.1 …..TDS para reducirse cuando mejorara su condición.
Era Navidad, unos meses más tarde cuando la sanadora estaba dejando el Darshan Hall en el ashram, dos personas que no podía reconocer vinieron corriendo hacia ella. La mayor estaba diciendo: “Mire, Baba la curó con esos glóbulos”. La sanadora comprendió entonces quiénes eran aunque a primera vista no la había reconocido. El peso y la preocupación habían desaparecido de la madre, parecía diez años menor. La joven lucía confiada; estaba sonriente y feliz, y se había convertido en una joven mujer saludable