Insomnio 11630...India
El padre del médico, de 67 años, llevaba cinco años sin poder dormir por la noche, desde 2016. El paciente atribuía este hecho a su estilo de vida sedentario tras su jubilación en 2013, cuando empezó a sentirse débil y somnoliento durante el día. Tenía la presión arterial alta desde los 29 años y se volvió diabético a los 37. Se sometió a una cirugía de bypass hace 13 años y le diagnosticaron entonces un agrandamiento de la próstata, una afección que le provocaba micción frecuente por la noche (unas siete veces). Controló satisfactoriamente todas estas afecciones con medicación alopática.
A principios de 2021, un medicamento para dormir que le habían recetado, que usaba de 6 a 8 veces al mes para obtener un alivio temporal, le provocó efectos secundarios como somnolencia excesiva y mayor debilidad. Como resultado, durante sus viajes nocturnos al baño, a menudo se sentía inestable, lo que aumentaba el riesgo de caerse. En junio de 2021, su trastorno del sueño había empeorado hasta el punto de que no podía dormir más de dos horas sin pastillas para dormir. Preocupado por el riesgo potencial, el médico le sugirió probar la vibriónica para mejorar la calidad del sueño y reducir la dependencia de las pastillas para dormir.
El 9 de septiembre de 2021 se le entregó:
CC15.1 Mental & Emotional tonic + CC15.6 Sleep disorders una dosis media hora antes de dormir y, si es necesario, repetir hasta seis veces
Después de la primera dosis, durmió durante 45 minutos antes de necesitar cinco dosis más para conseguir cuatro horas de sueño continuo. Durante las dos noches siguientes, tuvo de 4 a 5 horas de sueño fragmentado, pero anhelaba un sueño ininterrumpido. Así que, el 13 de septiembre, le recomendaron que tomara la medicina alopática junto con el remedio. Aunque durmió bien esa noche, se despertó sintiéndose somnoliento y débil a la mañana siguiente. Por lo tanto, decidió interrumpir la medicina alopática y confiar únicamente en la vibriónica.
El 14 de septiembre, después de la tercera dosis, consiguió dormir cinco horas seguidas. A partir del 15 de septiembre, su sueño mejoró aún más, con siete horas de sueño ininterrumpido después de sólo dos dosis. Se sorprendió gratamente al ver que ya no se sentía somnoliento ni débil por la mañana. También empezó a hacer siestas cortas por la tarde y pudo dormir de siete a nueve horas cada noche, despertándose sintiéndose renovado y con energía todo el día.
Desde el 19 de septiembre, pudo conciliar el sueño con una sola dosis . Como seguía durmiendo profundamente, se suspendió el tratamiento el 20 de octubre de 2021.
El 27 de junio de 2022, debido a problemas familiares, comenzó a tener pensamientos incontrolables que le impedían dormir. Tomó el remedio durante dos días y pudo volver a dormir bien.
A partir de diciembre de 2024, sigue disfrutando de un sueño reparador. De vez en cuando, cuando está muy estresado, toma el remedio durante uno o dos días.